Carito Figueroa
enero 28, 2025
La liberación no es una acción solamente, es el resultado de una decisión, En un mundo que constantemente nos exige ser fuertes y seguir adelante, a menudo dejamos de lado nuestras emociones. Sin embargo, guardarlas o ignorarlas puede generar un impacto negativo en nuestra salud mental y física. Como dijo una vez el psicoanalista Carl Gustav Jung: "Lo que niegas te somete; lo que aceptas te transforma". Esta cita subraya la importancia de enfrentar y expresar lo que sentimos para lograr una verdadera transformación personal.
Reprimir las emociones puede sentirse como una solución temporal para evitar el conflicto o el dolor, pero esta acción tiene consecuencias a largo plazo:
El dolor emocional no abordado no desaparece; se almacena en el cuerpo y la mente, erosionando poco a poco nuestra calidad de vida.
El proceso de expresar lo que sentimos trae consigo una serie de beneficios tanto internos como externos:
"Durante años reprimí lo que sentía porque pensaba que mostrarme vulnerable me haría parecer débil. Luego de comenzar terapia, aprendí a comunicar mis emociones. No solo me siento más ligera, sino que también mis relaciones han mejorado enormemente. Expresar lo que siento me devolvió la paz que no sabía que había perdido."
"Siempre he sido una persona que evita los conflictos. Guardé mucho resentimiento durante años, y eso me llevó a desarrollar problemas de salud. Una experiencia personal difícil me hizo darme cuenta de la importancia de hablar. Desde entonces, he aprendido a ser honesto con mis emociones. Mi vida ha cambiado completamente."
Liberar nuestras emociones no solo es un acto de valentía, sino también de amor propio. Al enfrentar lo que sentimos, nos damos la oportunidad de sanar y crecer. Recuerda, tu bienestar emocional es tan importante como tu salud física. Nunca subestimes el poder de expresar lo que llevas dentro. Es un regalo que no solo te das a ti mismo, sino también a quienes te rodean.
Como dijo Carl Gustav Jung, aceptar nuestras emociones nos libera y nos transforma. Tú también puedes dar ese paso hacia una vida más plena y en paz.
Si este blog te ha inspirado a reflexionar sobre tus emociones, te invito a compartirlo con alguien que pueda necesitarlo. Tomar acción es el primer paso hacia una vida emocionalmente saludable. Nunca es tarde para empezar a expresarte.
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