Trabajo… Todos anhelamos escuchar esas palabras mágicas: “Está usted contratado”. En ese momento, nuestras expectativas y sueños comienzan a tomar forma, pero la realidad puede no siempre ser lo que esperamos, llevándonos por caminos sinuosos.

Imagina que eres un instructor de nado certificado con una licenciatura en biología marina. Llegas a una empresa emocionado porque ves posibilidades de trabajar en tu área de estudios, pero resulta que te envían al área de Especies del desierto y te dicen: “Al fin son animales, ¿no?”. Ante esta situación, te enfrentas a varias opciones.

La congruencia te invita a decir “no gracias” si no es lo que esperabas y a retirarte para continuar con tu búsqueda. Sin embargo, es importante tener en cuenta las ventajas que ofrece el puesto, como buenas prestaciones, horarios accesibles y una zona segura.

La aceptación implica tomar lo que hay y adaptarte, aunque te sientas frustrado, triste o molesto. Sabes que la carga de trabajo será mayor, pero decides afrontarlo y seguir adelante.

Si posees habilidades de negociación, puedes buscar alternativas para cambiar de área después de un plazo de seis meses, una vez que hayas pasado tu curva de aprendizaje. También puedes establecer una comunicación abierta con tus superiores, demostrando tu buen desempeño y buscando una solución conjunta.

La búsqueda constante implica no conformarte hasta encontrar el trabajo que realmente deseas. Sabes que puede llevar tiempo, ya sea un día o incluso un año, pero estás dispuesto a perseverar hasta encontrar el lugar ideal para ti.

Como reclutadores, a menudo cometemos el error de contratar personal de manera apresurada, sin considerar valores como la espiritualidad y la honestidad, que son fundamentales y no deben ser negociables. No podemos conformarnos con alguien que solo cumple con requisitos mínimos, ya que la integridad es crucial para el bienestar mental, económico y físico de la empresa.

A lo largo de mi experiencia como reclutador, he presenciado historias de éxito cuando se coloca a la persona adecuada en el puesto correcto. Sin embargo, también he visto casos de terror donde se contrató a alguien no apto y los resultados negativos se hicieron evidentes rápidamente. La grafología se presenta como una herramienta invaluable que puede revelar información oculta sobre los candidatos y brindar ventajas significativas en el proceso de selección.

Imagina que tienes un candidato para atención al cliente cuya letra es muy pequeña, su escritura se mueve de arriba a abajo y no ocupa todo el espacio en la hoja. Estos rasgos indican que es una persona tímida, distante y poco social. Aunque pueda cumplir con los requisitos del puesto en términos de habilidades técnicas, su interacción y desempeño serán diferentes. Es posible que se sienta abrumado y no esté cómodo en su rol. La grafología puede brindar información valiosa sobre la personalidad y las preferencias de los candidatos, permitiéndote tomar decisiones más acertadas.

Acercarse a la grafología es fundamental para encontrar al personal ideal en el puesto ideal.

En una ocasión, me tocó reclutar para un puesto operativo, y el empleador me preguntó por qué rechazaba a todos los candidatos. Le di un ejemplo: uno de los postulantes tenía la tendencia a tomar cosas que no le pertenecían. Podrías pensar: “¿Qué importa si son solo tres tornillos o tres tuercas?” Sí, es cierto, pero si esa persona roba tres piezas pequeñas todos los días durante los seis días laborales, multiplicado por el mes, ¿cuánto representa en tres meses? ¿Y en un año? El detalle radica en que esa persona desarrollará el hábito del robo hormiga. Todos hemos tomado algo que no es nuestro en alguna ocasión, pero hay una gran diferencia entre tomar algo sin intención y tomar cosas de manera sistemática con el objetivo de beneficiarse personalmente.

La grafología puede detectar estos rasgos y ayudarte a prevenir situaciones deshonestas, evitando pérdidas económicas o incluso problemas legales.

En este artículo, mi objetivo es destacar la importancia de la congruencia, aceptación, negociación y búsqueda en nuestra vida laboral. Es crucial ser congruente con lo que buscamos y lo que aceptamos, asegurándonos de que estemos en sintonía con nuestros valores y metas. La aceptación nos permite adaptarnos a situaciones que pueden no ser ideales, pero nos brindan oportunidades valiosas para crecer y aprender. La negociación desempeña un papel fundamental en la búsqueda de soluciones mutuamente beneficiosas, donde ambas partes pueden alcanzar un acuerdo satisfactorio.

Por último, la búsqueda constante nos impulsa a no conformarnos y seguir buscando nuestros sueños y objetivos profesionales.

Lamentablemente, en la actualidad, las empresas suelen utilizar software y plataformas digitales para buscar candidatos, lo que ha facilitado el proceso de reclutamiento pero también ha generado desafíos en cuanto a la claridad de los requisitos y la valoración de habilidades y cualidades intangibles. En ocasiones, se solicitan decenas de requisitos para un puesto, sin tener en cuenta las prestaciones y beneficios que se ofrecen. Además, he observado que, en algunos casos, las empresas prefieren contratar personas que no sean honestas, respetuosas o puntuales, lo cual es perjudicial para el desarrollo profesional del país. Para lograr un verdadero progreso, es necesario que los trabajadores asuman su responsabilidad, que los empleadores sean consistentes y conscientes del trato humano hacia sus empleados, y que las autoridades no manipulen la legislación laboral en su propio beneficio, olvidando que la riqueza de una empresa se basa en sus trabajadores.

Me encantaría conocer tu opinión sobre este tema. ¿Qué te sugiere el título? ¿Has experimentado situaciones similares en tu búsqueda de empleo o en tu rol como reclutador? Tu perspectiva y experiencias enriquecerán aún más este debate.