Carito Figueroa
febrero 8, 2025
Vivimos en una sociedad donde la salud física recibe atención constante: nos preocupamos por nuestra alimentación, el ejercicio y los chequeos médicos. Sin embargo, el cuidado mental, aunque igual de crucial, a menudo se deja en segundo plano. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como un estado de bienestar en el que una persona puede manejar el estrés de la vida, trabajar de manera productiva y contribuir a su comunidad. No cuidar de ella puede llevar a problemas graves, afectando todos los aspectos de nuestra vida, desde las relaciones personales hasta el rendimiento laboral.
No podemos hablar de cuidado integral sin incluir el bienestar mental. Estudios han demostrado que el estrés crónico y la ansiedad pueden afectar nuestro sistema inmunológico, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares, problemas digestivos y trastornos del sueño. A su vez, enfermedades físicas prolongadas pueden desencadenar depresión y ansiedad. Por eso, cuidar de nuestra mente es tan esencial como cuidar de nuestro cuerpo.
Ejemplo de conexión entre bienestar mental y física:
Diversos elementos pueden influir en nuestra salud mental, entre ellos:
Reconocer estos factores nos permite intervenir antes de que los problemas escalen, buscando apoyo y adoptando estrategias para fortalecer nuestro bienestar emocional.
Ignorar nuestro bienestar mental puede traer graves repercusiones, tales como:
Afortunadamente, existen formas de fortalecer nuestra salud mental:
Testimonio 1: Carla, 32 años "Durante años, ignoré los signos de ansiedad y depresión. Solo cuando mi cuerpo comenzó a manifestar problemas físicos entendí la conexión entre mente y cuerpo. Con terapia y cambios en mi estilo de vida, hoy me siento en control de mi bienestar."
Testimonio 2: Javier, 45 años "El estrés laboral afectó mi vida al punto de desarrollar hipertensión. Aprendí que el cuidado mental es clave y comencé a priorizar el equilibrio entre trabajo y descanso. Hoy, me siento más pleno y saludable."
Cuidar de nuestra salud mental no es un lujo, sino una necesidad. Al igual que nos preocupamos por nuestra dieta o por hacer ejercicio, debemos priorizar nuestro bienestar emocional. La salud mental es el cimiento sobre el cual construimos nuestra calidad de vida. Sin ella, todo lo demás se tambalea.
Si sientes que tu salud mental está afectada, busca apoyo profesional. No esperes a que los síntomas sean insostenibles. Practica el autocuidado, establece límites y date permiso para descansar. ¡Tu bienestar es tu prioridad!